
04 Sep The Great Bull Run (Sanfermines made in USA)
Leía en los medios de comunicación que en Estados Unidos están a punto de celebrar la segunda edición de «The Great Bull Run«, la versión americana de nuestros Sanfermines.
Versión, porque entre otras cosas, los tradicionales pañuelos rojos y blancos los han sustituido algunos corredores por disfraces de Batman y Superman y que por éste (y otros) motivos tiene ya numerosos detractores que expresan su malestar ante lo que ellos creen es una parodia de una fiesta con muchos años de tradición. Y es que, ni siquiera su organizador ha vivido la auténtica experiencia de correr delante de los toros en Pamplona. Pero hasta los más puristas tienen que aceptar la realidad porque las cámaras nos demuestran que «nuestro» evento tradicional los corredores tienen que sortear a los toros, las masas, y algún que otro personaje dispuesto a salvar a la humanidad.
Pero pensemos, ¿qué tradición celebran los americanos cuando deciden embarcarse en una carrera en frente de dos pitones afilados? Para ellos, San Fermín o como se conoce en Estados Unidos «The Running of the Bulls» es una locura adrenalínica en las tierras que habitó y mitificó Hemingway. Una fiesta con toros, bebida y diversión que inunda los periódicos en julio y a la que muchos desean asistir. Una medalla para coleccionistas de retos. ¿Por qué no disfrazarse entonces si se trata de divertirse, sin más?
La organización lo sabe y lo sabe Google, que aprovecha estas fiestas para promocionar sus gafas «Google Glass» convirtiendo en héroes a los participantes y dejando de lado todos los aspectos de seguridad y culturales de la fiesta, irrelevantes para su público objetivo.
Así que, 1+1= 2, 3 o lo que haga falta.
América es la tierra de los rodeos. Un gran espectáculo al que la gente acude con pasión. Si los americanos quieren ir a San Fermin y disfrutan de los toros y los espectáculos y si se trata de hacer una versión, ¿por qué conformarse con organizar esta carrera una vez al año? Mejor una versión itinerante de la misma, de ciudad en ciudad, con gran parafernalia mediática y toda la maquinaria de marketing y comunicación que los americanos tan bien dominan que además deje dinero contante y sonante.
Pero además, como debe de ser en una buena versión americana, estoy segura de que todos los aspectos de seguridad, capacidad etc, estarán 100% controlados. Dudo mucho de que en su versión haya tapones como el que hemos visto este año.
Yo por mi parte seguiré este evento con interés, aunque sólo sea desde el punto de vista mediático y del marketing. Reconozco que prefiero y preferiré la versión auténtica, pero intuyo que tendremos algo que aprender porque, lo digo sin ironía, USA es la cuna del marketing y las relaciones públicas y en el primer evento consiguieron 4.000 participantes así que parece que esto va en serio. Además, me imagino que en un país donde las mascotas tienen más derechos que muchas personas podemos esperar que a las pobres bestias les den un trato más humano (también lo digo sin ironía).
El efecto globalizador de la comunicación y el turismo hace posible que estemos celebrando Halloween en España o la Aste Nagusia de Bilbao en casi 40 ciudades del mundo, y yo ya me puedo imaginar una gran carrera de toros en Las Vegas, perfecta para tod@s los cornud@s, porque «lo que pasa en Las Vegas, se queda Las Vegas».
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