
19 Feb Tengo miedo Hal. El presente y futuro de la inteligencia artificial
La Fundación Telefónica en Madrid han sido un descubrimiento relativamente reciente que hace que, cada vez que visito Madrid, me asome por su espacio expositivo, dedicado al mundo de la cultura y el arte en formato digital, innovador y creativo. La ultima de las exposiciones visitadas “Más allá del 2001: Odiseas de la Inteligencia Artificial” me dejó en un inicio un poso en forma de escalofrío sobre el futuro del ser humano, pero también a posteriori, mucho espacio para la reflexión y un pensamiento optimista, que abordaré en otro momento.
Este es un breve artículo de una exposición muy extensa digna de ser visitada varias veces para poder empezar a atisbar el futuro de la máquina y la inteligencia artificial y su impacto en la humanidad.
“Más allá del 2001: Odiseas de la Inteligencia Artificial” invita a hacer un viaje por la inteligencia humana y por uno de sus proyectos más ambiciosos: la inteligencia artificial.
Tomando como hilo conducto el guión de la película de Stanley Kubrick “2001: Una odisea del espacio” el visitante recorre a través de de diez preguntas clave, distribuidas en tres secciones, el avance del conocimiento humano y su capacidad para transformar nuestra sociedad.
En 1968 Kubrick incluyó como co-protagonista de su película al superordenador HAL 9000 —que mediante inteligencia artificial controlaba todos los sistemas de una nave espacial e incluso a sus tripulantes—. Hal es un ordenador con el nivel intelectual de un genio humano que podía detectar emoción y sufrimiento. Su visión fue calificada como propia de las fábulas de ciencia ficción. Sin embargo, hoy la realidad supera a la ficción y así nos lo demuestra el recorrido por la muestra.
EL DESPERTAR DE LA INTELIGENCIA
La primera sección de la exposición esboza el despertar de la inteligencia humana asociada a la aparición de los primeros instrumentos. ¿Qué es el mono para el ser humano? Se pregunta el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, en el libro «Así habló Zarathustra». Cuando Nietzsche formuló esta pregunta en 1883, tenía en mente la teoría de la evolución de Darwin de 1871. En aquella época, ninguno de los dos podían imaginar que más del 98% de nuestro genomas es idéntico al del chimpancé. Hoy en día conocemos este hecho, así como que el cerebro humano es tres veces mayor que el del mono, con una red neuronal mucho más densa e interconectada. Es en esta parte de la muestra se muestran, entre otras representaciones de las redes neuronales, los dibujos originales de las neuronas (1900–1904) de Ramón y Cajal, el padre de la neurociencia.
EN EL UNIVERSO DE LA IA
Esta segunda sección indaga a través de varias preguntas entrelazadas con escenas de la película el potencial de las “máquinas” pensantes para la resolución de problemas, el procesamiento del lenguaje humano, la visión, la aptitud creativa e incluso el control sobre los individuos.
Ya en 1842, Ada Lovelace defiende que «las computadoras podrían hacer cualquier cosa que sepas ordenarle que haga». No obstante, la máquina solo sería considerada «inteligente» como los humanos cuando pudiera crear una idea original por iniciativa propia.
Hoy el razonamiento de Lovalece lleva a dos corrientes de pensamiento, la primera, llamada IA débil o especializada que consiste en programar máquinas que simulan procesos y actividades inteligentes en un ámbito especializado, como resolver problemas o imitar el lenguaje y a segunda, llamada IA fuerte, que pretende desarrollar sistemas que igualen o incluso superen la inteligencia general humana, desarrollando estados mentales, consciencia y emociones genuinas.
Destaca la escena en la que HAL gana una partida de ajedrez al astronauta Frank, anticipándose treinta años a la partida entre Kaspárov y Deep Blue en 1997 y, otros tantos, a la aparición de conceptos como Machine Learning, el aprendizaje automático, que están revolucionando la IA.
También en esta sección, muy extensa, se plantean cuestiones tan importantes como el uso de armas letales dotadas de AI que operan sin intervención humana y se expone una carta abierta a la «Convención de las Naciones Unidas» sobre el uso y control de estas armas.
Impactante también los sistemas de reconocimiento facial y su uso para la creación de grandes bases de datos que recogen millones de imágenes de personas que los propios usuarios publicamos en las redes sociales sin saber cómo se utilizan o se podrían utilizar, así como el uso de esta tecnología en China.
En el ámbito interactivo, una cámara recoge y analiza 20.000 datos biométricos en, literalmente, segundos, para hacer una análisis de tu personalidad
EL FUTURO DE LAS INTELIGENCIAS MÁS ALLÁ DEL INFINITO
Esta tercera sección plantea las tendencias de las investigaciones actuales en el campo de la IA. ¿Podrá la IA superar la inteligencia humana? En especial se pone de relieve la teoría que propone la convergencia entre la mente biológica y la artificial, lanzando la hipótesis de un ser transhumano con implicaciones éticas y sociales de enorme calado que podrían situarnos, de nuevo, en otra etapa de la humanidad.
En esta sección, HAL es desconectado y expresa su miedo, reflejando el poder de la máquina de pensar y sentir emociones. «Pare Dave». «Tengo miedo»
A lo largo del recorrido hay actividades interactivas con creaciones hechas por las máquinas, computadoras que hacen tu retrato in-situ con visión artificial o «lectores» de ondas cerebrales y que demuestran solo una parte del potencial futuro de la Inteligencia Artificial.
Termina la exposición con una serie de entrevistas a varios expertos en IA como Margaret Boden, Ramón López de Mántaras o Wolfgang Wahlster que aportan su visión sobre el futuro de la humanidad.
¿Qué será la inteligencia humana para una IA?
¿Seremos nosotros en un futuro los que le digamos a la máquina… «Pare. Tengo miedo»?
*Información y datos recogidos de la nota de prensa de Fundación Telefónica.
fausto Izcaray
Publicado: 07:36h, 04 mayoInteresante recordar esta película por Stanley Kubrick
Natalia Zapatero
Publicado: 08:37h, 01 julioSi, aquello que antes era ficción, cada día se acerca más a la realidad.