
27 Oct Perfil de cuatro viajeros y sus implicaciones en la forma de hacer turismo
Los seres humanos nacemos, crecemos, nos reproducimos y ahora con la ayuda de las nuevas tecnologías/medicinas vivimos muchos años después de la jubilación. Os dejo con una reflexión sobre las implicaciones de las fases de la vida en la forma de viajar.
ENANOS:
Anoche me metí a las 10:00 exhausto después de un día largo con mis padres haciendo “turismo”. No vimos nada porque a nosotros nos da igual el Partenón, el Coliseo o un tal Big Ben.
Me levanto, todo preparado – ropa, desayuno y un itinerario repleto de actividades para todo el día. El dinero es irrelevante: está en la cartera de mis padres, en los cajeros de los bancos y si no hay suficiente se paga con la tarjeta de crédito.
El plan del día es jugar, correr, comer y divertirnos, aunque siempre hay un Plan B por si llueve, nos ponemos enfermos…
JÓVENES:
Ayer me pegué una pateada impresionante por toda la ciudad y para no perder costumbres nos fuimos a cenar a las 10 cuando apenas quedaban restaurantes abiertos. Después de la cena a tomar un trago.
Esta mañana si no es por el despertador me quedo en la cama hasta las tres de la tarde. Me quedan 10 minutos para que se cierre el desayuno del hotel. Ducha rápida y bajo corriendo sin arreglarme. Llego dos minutos tarde pero me dejan sentarme aunque ya no reponen la comida. Me llevo unas rebanadas de pan y las dos últimas lonchas de jamón para hacerme un “sanwis” más tarde que estamos en tiempos de crisis.
El plan de hoy es ver todo lo que no vimos ayer sin una agenda concreta, aunque signifique morir en el intento.
CUARENTONES:
Ayer fue otro día demoledor con los enanos. No pudimos ver nada de lo que teníamos planeado. Por fin nuestros hijos cayeron rendidos a las 10 y como siempre nos pasamos un buen rato después preparando todo para el día siguiente: sacar la ropa, hacer las maletas…
Nunca sé a qué hora me voy a despertar. Aunque pongo el despertador los peques se pueden levantar en cualquier momento que con el cambio de rutinas ya no hay rutina, valga la redundancia. Después de múltiples duchas bajamos en tropa a desayunar y con el ruido que hacemos parecemos un batallón en vez de una familia. Los planes para el día se van ajustando en función de los ánimos, salud y energía.
Plan para hoy: disfrutar de la familia, que son vacaciones y de los pocos días que estamos todos juntos, ya sea con el Plan A o con el B.
JUBILETAS:
Ayer nos metimos a la cama a las 9. Llevo casi 10 años sin acostarme más tarde de esa hora – rutina, al igual que cuando era mucho más joven.
Esta mañana me he despertado a las 5:00, sin despertador. Ya no logro conciliar el sueño como cuando era mucho más joven.
Para desayunar cosas dulces, que a mi edad ya no tengo que crecer y no necesito proteínas. No se me puede olvidar tomar mis pastillas: una verde para el colesterol, una azul para la tensión, otra blanca para… la verdad es que ya no me acuerdo.
Hoy nos llevan al museo, después a comer, luego a ver una fábrica donde nos van a intentar vender souveniers y prontito de vuelta al hotel.
El plan de todos los días es muy similar que me gusta la rutina. No hay Plan B.
Conclusiones:
Esto es…
- un vaso de chocolate
- un vaso lleno de colesterol
- un vaso con dos pajitas significa que hay que compartir y a mi no me gusta compartir
- un vaso romántico para compartir el día de los enamorados
- un vaso demasiado pequeño que yo quemo más de 2.000 calorías al día
Un mismo viaje visto por unos ojos jóvenes es muy diferente al que pueden ver otros ojos menos jóvenes. En cada momento apreciamos cosas diferentes y eso es lo bonito de la vida y eso es lo bonito del turismo.
Como siempre intento dejar a mis lectores con un buen sabor de boca y este caso no es ninguna excepción. Con la edad algunas cosas mejoran y aunque a algunos nos quede mucho tiempo para llegar a la jubilación por lo menos nos podemos consolar sabiendo que el índice de felicidad llega a sus cuotas más elevadas a partir de los 65 años.
Otro post que te puede interesar, sobre todo si eres una persona perteneciente al grupo 1 y/o 3 es «El turista leproso: viajar con niños«.
Foto destacada bajo licencia CC: Jhong Dizon
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