
25 Jun Miguel tiene algo que no tenemos los demás: una silla de ruedas
Como si de un trono se tratara, le convierte en una autoridad. A sus pies, Oviedo, la ciudad. No hay nadie que conozca mejor que Miguel el entramado de sus calles y pasadizos, secretos escondidos para los que caminamos, sin percatarnos de que lo hacemos, porque como respirar, no cuesta esfuerzo. Miguel tiene la llave para entrar.
Oviedo, que en su escudo ostenta los títulos de “muy noble, muy leal benemérita, invicta, heroica y buena” puede a partir de ahora, gracias a Miguel y su proyecto, Viajeros sin Límite, colgarse un nueveo galardón, el de “territorio inclusivo”.
Este fin de semana, Miguel nos ha dado la llave de la ciudad de Oviedo.
En sillas de ruedas nos acercamos para descubrir sus tesoros arquitectónicos y a pesar de los muros y bastiones de dos centímetros que impedían el acceso a grandes descubrimientos, siempre econtramos un pasadizo que nos permitiera llegar a nuestro destino, sin límites.
Una ciudad donde una persona con movilidad reducida no siente el asedio, porque cuando hay voluntad y con la ayuda de amigos, los límites desaparecen y todo se puede conseguir.
La ciudad de Oviedo es una amiga. Sus brazos son acogedores, nos arropan y dan seguridad. Sus gentes son amables, sus calles invitan a pasear y disfrutar y las ruedas de nuestras sillas se desplazan, firmes, sólidas, sin impedimentos. Una ciudad cuya marca es muy superior a los 187 Km2 que ocupa en extensión. Una ciudad sin fronteras reales, una ciudad ilimitada.
Miguel tiene algo que yo no tengo: una silla de ruedas. Además tiene un gran corazón y pasión por su proyecto.
La llave de Miguel puede abrir muchas puertas. Oviedo ha quitado la cerradura a las suyas. Que todas las ciudades y destinos lo hagan igual. Hoy debe ser un mejor día para todos. Mi viaje a Oviedo comenzó en el coche de Miguel con esta canción y termino el artículo con la misma, aunque el viaje no termine aquí. Hagamos del mundo un Mundo Accesible YA.
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También te puede interesar mi otro post sobre el blogtrip a Oviedo con Miguel: Lo más difícil en este mundo es ponerse en la piel de otro.
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