
14 Feb La elección de un buen calzado es importante. La estrategia online también
Según la RAE un refrán es un «dicho agudo y sentencioso de uso común» que suele contener un consejo o una moraleja. En mi caso me siento totalmente alineada con lo de «zapatero a tus zapatos», y no me refiero únicamente a mi apellido, pero la verdad es que todos los usuarios de las redes sociales también deberían aplicarse el cuento.
Así que ya que «el tiempo es oro» os voy a dar las tres reglas básicas del calzado:
1. Cada cual sabe donde le aprieta el zapato:
La presencia en la web debe iniciarse con la pregunta más sencilla y a la vez más difícil – ¿cómo me autodefino? Un hotel de lujo, una casa rural, un restaurante, un destino turístico, una agencia de viajes, un community manager, un gurú o un zapatero. No es lo mismo vender chipirones en su tinta que una noche de spa, ambos servicios muy diferentes de lo que ofrece el polifacético @Patxitaxi.
2. A la fuerza ni los zapatos entran:
El tener una presencia en las redes sociales es sumamente fácil y en la mayoría de los casos gratis, pero cada usuario se las tiene que ingeniar para que no aplique únicamente la última palabra de la expresión «bueno, bonito y barato».
En otras palabras, el mero hecho de tener una presencia 2.0 para poder afirmar al igual que Descartes «pienso luego existo» no va a ayudar al usuario a conseguir sus objetivos. Como se suele decir, «la casa no se empieza por el tejado», o para que lo entiendas mejor ahora que estamos hablando del calzado, si te compras una bota 23 cuando calzas la del 32 parece poco probable que vayas a salir de la tienda con las botas puestas y una gran sonrisa en la cara.
En términos empresariales esta metáfora significa que ni con la ayuda de un calzador vamos a conseguir que una estrategia online mal pensada encaje con el negocio para el que está diseñado.
Por ejemplo, si tomas el enfoque de @Peppersantblai tus publicaciones / comunicaciones con otros usuarios tienen que ser continuos, personales y con un estilo propio. Si por el contrario quieres ser un usuario informador que va al grano como @MuseodelaPaz el número de publicaciones va a ser infinitamente inferior. Ambas posturas son buenas y defendibles, pero cada usuario tiene que definir la estrategia a seguir antes de lanzarse a jugar a esto de la web 2.0.
Así que en esta segunda fase nos debemos hacer preguntas del tipo ¿cuál es mi objetivo?, ¿cómo y con quién me voy a comunicar?, ¿qué personalidad va a tener mi alter-ego cibernético? o ¿qué tipo de avatar voy a utilizar?
3. Zapatero a tus zapatos:
Si eres una casa rural y tus clientes son personas que se van a hospedar en tu alojamiento, ¿qué haces twitteando y retwitteando posts sobre posicionamiento SEO?
Tu objetivo es vender habitaciones y experiencias, no hacer que personas como yo aprendan más sobre cómo aumentar el número de hits a su página web.
Una vez más, y para ilustrar de manera clara a dónde quiero llegar: imagínate que vas a un restaurante romántico para disfrutar de una deliciosa cena de San Valentín y viene un tipo llamado Patxi para hablarte del carburante de su taxi o que viene un tal Rodriguez Z. para decirte que no te vas a jubilar hasta los 69.
¡Qué pesadez! Me voy a poner en OFF y dejar de seguir tu cuenta.
Por lo que todos deberíamos centrar de manera coherente nuestro discurso online: si eres una casa rural que está en medio de los Pirineos me puedes hablar sobre tus tarifas, ofertas, excursiones, eventos por las cercanías, tu restaurante y/o recetas, fotos, cualidades singulares, comentarios de tus huéspedes, etc. Todo este tipo de comunicación incita a que clientes potenciales se interesen en ir a tu alojamiento con las botas del 32 puestas y una sonrisa de oreja a oreja.
Mejor vas al grano, a territorio conocido y a vender zapatos que es tu negocio, que un día me paso por tu tienda a ver lo que has traído para la nueva temporada.
Y si no me creéis aquí os dejo con dos presentaciones (en inglés) que corroboran lo que dicen los refranes:
Foto destacada bajo licencia CC: Judi Cox
Sin comentarios.