
22 Mar H2O: un recurso escaso
Oro, oro negro, diamantes, minerales escasos como los que han “saltado a la fama” con las restricciones impuestas por China y diamantes entre otros. Todos valen su peso en oro, valga la redundancia. Pero el agua aún no lo cotizamos como lo que es, la fuente de nuestra vida.
Hoy es el Día Mundial del Agua y utilizando este evento como excusa os vamos a contar algunos datos interesantes que iremos entrelazando con la idea y viajar para aprender y apreciar mejor aquello a lo que no le damos importancia:
El 60% de nuestro cuerpo es agua con lo que nos podemos considerar como charcas con patas, todos prácticamente iguales si no fuera por el pelo liso, o largo, o rubio…
Del 100% del agua del planeta, un 97.5% de ella es salada y sólo un 2.5% es agua dulce. De este último porcentaje el 70% está bloqueada, es decir, está retenida en casquetes polares o en hielos eternos; un 29.6% está almacenada y sólo un 0.4% está disponible para el consumo humano del planeta. Si a esto le restamos el agua que está contaminada intuyo que el ratio de agua que podemos beber se acerca a cero.
Las plantas consumen casi todo el agua dulce del planeta: se estima que aproximadamente el 70% del agua dulce es usada para agricultura. El agua en la industria absorbe una media del 20% del consumo mundial y el consumo doméstico absorbe el 10% restante.
El “típico” americano consume 100 galones de agua al día mientras que en Etiopía sobreviven con 2,5 galones, pero para darnos cuenta de estas diferencias, las que separan nuestro mundo “desarrollado” y el de países menos afortunados, tenemos que salir de nuestro cascarrón, abrir las alas y volar (o ir en otro método de transporte) para ver que la gran mayoría de la población del planeta tiene unos recursos que se acercan más a los de Etiopía que a los de EEUU.
En el mundo de los ricos envasamos agua de Fiji en botellas de plástico (petróleo) y para transportarlas hasta Bilbao utilizamos barcos, aviones y camiones que se mueven con la energía creada por sus motores de combustión (más petróleo). Después nos bebemos un trago de la botella y, en el mejor de los casos, la reciclamos. No sé lo que os parece a vosotros, pero esto tiene pinta de ser un derroche muy caro, sobre todo para la salud de nuestro planeta. El agua de Fiji nos las deberíamos tomar, pues en Fiji que para viajar no hace faltan falta muchas excusas.
Si el agua marca las diferencias entre los ricos y los pobres, el hielo aún más. En USA te ponen toneladas de hielo en todas las bebidas y eso que todas salen ya congeladas de la nevera, pero el americano de turno aún pide más “frescura” hasta el punto que he llegado a ver a una mujer cenando con su buen vino blanco en el que flotaban unos cuantos hielos (sacrilegio!!!). Esto contrasta con lo que he visto en algunos bares de pueblos perdidos de Burgos donde tan solo te echan un hilito raquítico al vaso con lo que cuando entra en contacto con la Coca-Cola a temperatura ambiente desaparece en unos segundos como por arte de magia sin apenas rebajar la temperatura de la bebida. Y en Etiopía seguro que sólo los más ricos tienen la posibilidad de sorber bebidas heladas y además me imagino que lo hacen en cantidades similares a las de EEUU mientras que el resto de la población sobrevive con sus 2,5 galones de agua contaminada y recalentada. ¡Qué injusto es el mundo (esto sí que es un sacrilegio de verdad)!
No soy bióloga y por lo tanto no soy capaz de trazar una línea directa tipo causa-efecto entre el consumo de agua en Euskadi y sus repercusiones en Etiopía, pero intuyo que de alguna forma estamos limitando su acceso a recursos tan básicos como el agua. Si bien no voy a abogar por dejar de ducharnos porque al igual que el comer, es un gran placer, pero creo que sí podemos hacer pequeños ajustes en nuestra vida diaria como cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes con lo que cada uno de nosotros ahorraremos 684 galones de agua al año. Y luego están las nuevos inventos como el de Alfonso Cuervo-Arango que permite reciclar el agua mientras esperamos a que este se caliente que permitiría a España ahorrarse la friolera de 1.000 millones de euros anuales en agua y energía.
Os dejo con unos vídeos graciosos de campañas para concienciar a la sociedad de la necesidad de ahorrar agua:
Foto destacada bajo licencia CC: Steve Corey
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