El turismo idiomático

El turismo idiomático

Según la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas, el turismo comprende las actividades que lo hacen las personas (turistas) durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período consecutivo inferior a un año y mayor a un día, con fines de ocio, por negocios o por otros motivos. Por lo tanto, el turismo idiomático es aquel donde las actividades mencionadas en la definición anterior están relacionadas con el aprendizaje «in-situ» de un idioma.

Desgraciadamente no he podido encontrar datos estadísticos con los que apoyar mis teorías, pero creo tener suficientes variables como para justificar mi postura y mi conclusión. Obviamente me encantaría que alguno de vosotros me pudiera dar una fuente que me sirva, siendo optimista, para corroborar lo que váis a leer.

Empezaremos con una ronda de preguntas de trivial sobre nuestra lengua: ¿qué significan en su idioma de origen las siguientes palabras (todas las palabras pertenecen a alguno de los idiomas que se hablan en alguna de las CCAA de España)?

(Seguro que me vais a enviar muchas más palabras  después de leer este post)

Está claro que para la mayoría de las personas la única manera de aprender un idioma es sumergirnos en un mundo que nos obligue a pensar y dialogar con palabras ajenas a aquellas con las que nos sentimos cómodos.

Los españoles nos gastamos auténticas fortunas con el inglés entre  pagar las matrículas de escuelas internacionales como el American School, mandar a los peques durante los meses de verano a Irlanda, enviar a nuestros hijos a hacer lo que antiguamente era el Curso de Orientación Universitaria a EEUU e ir nosotros mismos a Londres a lavar platos en el sótano de un hotel.

Para ver el negocio que mueve este turismo no hay más que teclear las palabras «study english uk» en un buscador y te saldrán miles de opciones, todas caras entre viajes, cursos, alojamiento y gastos, y total, para seguir diciendo guelcome y no poder diferenciar cuando nos hablan de una hoja de papel o de un excremento (a ver, ¿ cómo pronuncias sheet y shit?).

España en Estados Unidos siempre se ha considerado como un lugar exótico de toreros y flamenco, pero desde que un jovencito Banderas pre-Melanie rodó Mambo Kings el español ya no es simplemente el idioma de los que están en el lado sur de la frontera de El Paso o de los que recogen las fresas en los campos de California.

Los recientes triunfos de la Roja, Nadal, Alonso, etc están ayudado a que el país de la paella, de los pintxos y del “pan tumaca” (pa amb tomàquet) sea un destino importante atrayendo a personas interesadas en disfrutar de la cultura mientras aprende el idioma.

Pero el interés en aprender un idioma extranjero también incluye idiomas «exóticos» como el euskera que, al no tener relación con ninguna familia de lenguas en el mundo tiene menos de 900.000 personas que lo hablen y por tanto poca utilidad a nivel mundial.

Si ponemos simplemente la palabra «barnetegi» (literalmente barne = interior + tegi = lugar, es decir, un lugar para el estudio o la investigación) en un buscador vemos que hay extranjeros que vienen desde lugares remotos a aprender este idioma tan peculiar y difícil de hablar. Por ejemplo están las hermanas Gavica o Megan y Cody que estudiaron euskera durante un mes en el barnetegi Maizpide de Lazkao, Gipuzkoa, todos ellos procedentes de EEUU, o el grupo de estudiantes de la universidad de Poznan, en Polonia, que fueron a Zeberio para perfeccionar su euskera entre muchos otros.

Si queréis aprender un poco de euskera os dejo con este super video de @eventosfera como participante en el viaje de @nomaders en su #eventonomader #bilbao de mayo del 2011 en el que veréis a un catalán (@aitor_vca) que se defiende como un jabato y que paga 50€ por un zurito (una media caña) porque «cuando estás en Roma haz como los romanos».

En resumen, el turismo idiomático mueve masas y además, al ser a largo plazo, mueve muchísimo dinero.

acabo con el tema del inglés que tanto nos cuesta a los españoles, que estamos en los últimos puestos de Europa con una puntuación similar a la de los italianos. aunque tengo la certeza de que eso ya no será así en las próximas generaciones, porque la enseñanza ha cambiado y también las oportunidades para aprenderlo que teníamos en nuestra época.

Como consuelo, ni los franceses ni todos los alemanes hablan el inglés mejor que nosotros. Aunque mal de muchos, consuelo de tontos.

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Algunos links que os pueden resultar de interés:

  1. El imperialismo cultura de EEUU no es lo que parece
  2. El poder de las palabras

Imagen destacada bajo licencia CC: woodleywonderworks

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